Se realizó esta Escultura Honorífica, a una de las expediciones marítimas del aristócrata y empresario español Don Álvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada, Expedición Atlantik: de Roma-Nueva York, en el V Centenario del cuarto y último viaje de Colón a América.

 

Esta escultura, representa el triunfo de un reto de competición internacional de la expedición marítima Atlantik, ya que reconocidos deportistas de otros países, europeos y navegantes americanos, lo habían intentado y no lo consiguieron, convirtiéndose en un reto casi inalcanzable. Por lo que, esta escultura representa la proeza de un logro soñado por adversarios de alto nivel, donde la experiencia y la logística, no eran suficientes, pero siempre presididos por el espíritu del “Fair Play”.

 

El oleaje y el cielo nublado que se puede observar en la escultura, narra días duros, donde la perseverancia venció al cansancio de Don Álvaro de Marichalar, y tras varios intentos de realizar esta travesía como sus rivales sin éxito, logró conseguir este reto ante los ojos de la Estatua de la Libertad, ondeando la bandera de España en su embarcación del tamaño de un delfín, bautizada “NUMANCIA”.

 

Esta escultura habla del único marino español, Don Álvaro de Marichalar que ha hecho historia cruzando el Océano Atlántico en su embarcación de 2,5 metros de eslora, promocionando el deporte y la lucha contra la droga y dando ejemplo que contra viento y marea, y en solitario, se pueden conseguir los retos propuestos, como superar las 10.000 Millas Náuticas que separan Roma de Nueva York, culminando la Expedición que fue calificada en el salón náutico de Londres, como una de las travesías marítimas más duras de la historia de la navegación.